jueves, 3 de febrero de 2022

Nueva vida para las charcas terreras

Las charcas o albercas terreras son pequeños depósitos de agua muy frecuentes en Sierra Nevada (Granada). Están situadas junto a un nacimiento y se construían excavando una cubeta y rodeándola con la propia tierra extraída, a veces con un murete de piedras a modo de dique. Con ellas se regaban pequeñas parcelas cultivadas en las laderas de la sierra, en una época en la que predominaba una economía de subsistencia. Hoy día la mayoría de esos cultivos están abandonados y muchas charcas terreras llevan décadas sin usarse, por lo que están colmatadas de tierra y colonizadas por la vegetación. 


Charca terrera bien conservada. Al fondo, las cumbres de Sierra Nevada
 

 

Charca terrera colmatada. A veces son difíciles de localizar

 

En 2017, miembros de la Asociación Herpetológica Granadina empezamos a restaurar algunas de estas charcas terreras en el municipio de Güéjar Sierra, entre 1300-2200 m de altitud. Pretendíamos devolverles su estado original para que sirvieran como puntos de reproducción para anfibios. Con palas, azadas y mucho esfuerzo manual empezamos a retirar los fangos acumulados durante años para convertir estos lugares en pequeños humedales con agua libre, aptos para ser colonizados por la flora y fauna silvestre.

           
 

Comenzando a recuperar la charca: desbrozar y descolmatar

 



Fango y más fango
          
 



Éste es el resultado final

Hasta ahora se han recuperado más de 50 charcas terreras que estaban colmatadas, creándose una red de pequeños humedales que aportan diversidad al paisaje. Ejemplos de ello son las tres imágenes siguientes:

 



 





 

Varias especies de anfibios han empezado a criar en estos nuevos hábitats -a veces al año siguiente al de la actuación-, como el sapo común (Bufo spinosus), el sapo corredor (Epidalea calamita), el sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi) y el sapo partero bético (Alytes dickhilleni), además de la rana común (Pelophylax perezi).

          

Puesta de sapillo pintojo ibérico (Discoglossus galganoi)

            
Renacuajos de sapo común (Bufo spinosus)

 
Adulto de sapo partero bético (Alytes dickhilleni)


Actualmente seguimos realizando estas actuaciones de forma manual aunque, cuando el acceso lo permite, contratamos una excavadora para que haga el trabajo. Es más caro, pero más rápido y sobre todo menos cansado.

 

Excavadora recuperando una charca terrera colmatada


La mayoría de estas actuaciones se realizaron con fondos proporcionados por la Asociación Herpetológica Española, obtenidos a su vez de convocatorias de Actividades de Voluntariado del Organismo Autónomo Parques Nacionales.