La AHG y AHEMUR, se juntan para mejorar un punto acuático en la localidad de Colomera.
Se trata de un nacimiento donde se había realizado una construcción para retener el agua. Con el tiempo y la falta de mantenimiento, el nivel fue bajando hasta apenas disponer en la actualidad, de unos pocos centímetros de agua.
Esta pequeña actuación, consistió en intentar disminuir la perdida por filtración, taponando la salida del agua con los materiales propios de la zona y la eliminación de parte del fango que se había acumulado con el tiempo.
Posteriormente realizamos una visita a un punto donde se reproduce el sapo partero bético (Alytes dickhilleni).
Y ya bien entrada la noche, realizamos un sencillo análisis al agua del Río Colomera, dando como resultado más significativo que el uso de abonos y demás productos utilizados en la agricultura colindante, tienen sus efectos negativos en la calidad del agua.
Salvando esperanzas
Tras descubrir un nuevo lugar de cría de gallipato (Pleurodeles waltl) en Granada, el lugar más alto registrado hasta la fecha para esta especie, situado a 1544.68 m de altitud, miembros de la AHG (Asociación Herpétológica Granadina) procedieron a contactar con el dueño de la finca en la que se encuentra este punto, para que permitiera la realización de las actuaciones necesarias para la conservación del mismo.
Se trata de una alberca construida en 1961, actualmente se encontraba con tan sólo unos 20 cm de agua, con las paredes agrietadas y en proceso de destrucción total como el cortijo del lugar. Los gallipatos estaban atrapados sin poder salir.
El dueño conocía desde hacía muchísimos años la existencia de esta amenazada especie de urodelo.
La primera actuación que se realizó, fue poner una improvisada rampa con unos troncos, para que los animales pudieran salir. Posteriormente, se realizaron trabajos de albañilería, para tapar las grietas que hacían que el nivel de agua no fuera el optimo, teniendo un especial cuidado para no dañar el entorno acuático. Se vallo el lugar y se descubrió la salida y entrada natural de las aguas totalmente enterradas bajo la vegetación circundante. La alberca se ha ido llenando lentamente con un hilo de agua que llega de un nacimiento cercano que usan los pastores. La última medición alcanzaba una profundidad de 70 cm.
Continuaremos realizando las labores de seguimiento de este interesante punto como se hace en otros lugares en los que se ha intervenido.
También por la zona, esta alberca, que habrá que prospectar en buena época para comprobar que anfibios la utilizan a parte de la rana común (Pelophylax perezi).