Zafarraya es un bello municipio granadino situado
en el extremo occidental de la provincia. Está formado por una amplia y fértil vega,
rodeada de montañas. Dispersas por este territorio aparecen pequeñas
charcas y lagunas, tanto naturales como artificiales, donde se refugia una
importante variedad de anfibios; aquí habitan -o habitaban hasta hace poco- las
once especies de anfibios que se encuentran en la provincia.
Llano de Zafarraya, zona con una alta diversidad de anfibios |
Los habitantes del municipio suelen desconocer esta importancia biológica, y muchos de estos humedales sufren actualmente una
intensa contaminación agrícola procedente de los cultivos colindantes. Por
ello, desde la Asociación Herpetológica Granadina estamos intentando divulgar los valores naturales de estos enclaves.
La pequeña laguna de Lucena cuenta con, al menos, cinco especies de anfibios |
Sapo corredor (Bufo calamita) recién metamorfoseado |
Desde 2013 nos hemos reunido varias veces con
los sucesivos alcaldes del municipio, y en 2014 firmamos un convenio con el
ayuntamiento para poder investigar en la laguna del Puerto, de propiedad municipal.
En mayo de 2015 limpiamos de basura las lagunas del Concejo y de Lucena, y en
noviembre de ese año solicitamos a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de
Andalucía incluir la laguna del Puerto en el Inventario de Humedales de
Andalucía, solicitud apoyada por el ayuntamiento y que actualmente está en
trámite. En abril de este año 2016 hemos impartido dos charlas sobre anfibios en el colegio
del pueblo; hace unos días dimos otra en el Centro Cultural, y también realizamos
una nueva limpieza en la laguna del Concejo. En todas las jornadas de limpieza hemos invitado a los vecinos, aunque por ahora la respuesta ha sido escasa.
Sapo común (Bufo spinosus) recién metamorfoseado |
Sapillo pintojo meridional (Discoglossus jeanneae) recién metamorfoseado |
Nuestra intención es seguir realizando periódicamente actuaciones como éstas, intentando implicar a la población local. Las lagunas de Zafarraya se encuentran en un entorno muy humanizado, y su conservación no es posible sin la colaboración vecinal.