martes, 13 de agosto de 2019

Pequeñas acciones

Durante este mes de agosto, miembros de la Asociación Herpetológica Granadina hemos estado revisando algunos puntos de agua en el Parque Natural de la Sierra de Baza. Esta sierra cuenta con cinco especies de anfibios, entre las que destaca el sapo partero bético (Alytes dickhilleni). Aunque ocupa cauces naturales (su hábitat originario), el sapo partero bético cría en esta sierra sobre todo en estructuras artificiales, como albercas y abrevaderos.

Adulto de sapo partero bético

El principal problema de las albercas es que sus paredes verticales impiden la salida de los jóvenes metamórficos, los cuales mueren ahogados. Una de las albercas revisadas tenía rampas de madera colocadas por voluntarios en una actuación anterior, y ahora hemos renovado las sujeciones porque el tiempo las había deteriorado. Otras no tenían ningún tipo de rampas de salida y hemos colocado provisionalmente unos troncos sujetos con alambre.


Renovando las sujeciones de las rampas de salida


Los troncos son soluciones provisionales hasta la colocación de rampas de obra

Alberca con larvas de sapo partero bético colgadas de las paredes

También hemos localizado varios puntos de agua desconocidos para nosotros. Algunos no parecen adecuados para la cría del sapo partero, pero otros, como una gran alberca en medio del pinar, parecen ideales. Habrá que hacerles un seguimiento periódico.

Alberca recién localizada, posible nuevo punto de cría para el sapo partero bético

Los gestores de este Parque Natural saben desde hace años que en varios de estos lugares se reproduce el sapo partero bético, por lo que sorprende que aún no tengan colocada una rampa de obra y algunos de ellos sigan actuando como trampas mortales. Recordemos que esta especie es endémica del sureste peninsular y está catalogada como vulnerable. 


sábado, 20 de julio de 2019

Rescate de reptiles

Dentro de las IX Jornadas de la Cereza, el ayuntamiento de Güéjar-Sierra (Granada) programó para el 20 de julio una excursión popular hasta un barranco situado a varios kilómetros de la localidad. Contaba con la colaboración de la Asociación Herpetológica Granadina, ya que el recorrido pasaba por las charcas de las Trincheras, un enclave muy interesante para anfibios, y ése era un momento adecuado para que habláramos de estos animales, tan amenazados como desconocidos para el público.
Y eso hicimos. Al pasar junto a estas charcas informamos sobre las características de este interesante lugar que, con 8 especies de anfibios, es el más variado de la provincia para este grupo de animales.


Charca de las Trincheras, con una alta diversidad de anfibios

Explicando la importancia de la Charca

Sin embargo, el momento más interesante de la excursión fue totalmente inesperado. Al pasar junto a una alberca de riego, observamos varias culebras que habían caído y no podían salir, ya que la cubeta estaba plastificada y la pendiente, muy inclinada, carecía de puntos de agarre. 


Las pendientes de plástico impedían salir a los animales

Tras varios intentos fallidos por nuestra parte, al final empalmamos varios palos entre sí y estos, a su vez, a una manga, y pudimos sacar vivas una culebra viperina (Natrix maura), una de escalera (Zamenis scalaris), tres bastardas (Malpolon monspessulanus) y un lagarto ocelado (Timon lepidus). Algunos ya estaban medio muertos pero, tras una adecuada exposición al sol, se reanimaron y luego los soltamos. 


Poco a poco fuimos sacando las culebras


Culebra viperina recién sacada del agua


Culebra bastarda

Un ovillo con tres especies de culebras, antes de soltarlas.

Joven lagarto ocelado, también rescatado

Estas albercas cubiertas de plástico son auténticas trampas para todo tipo de animales, incluidas las personas.


Para este zorro llegamos demasiado tarde

Buscando el lado positivo, estos rescates son más didácticos que cualquier charla.