La
ranita meridional (Hyla meridionalis) es una especie escasa y muy
localizada en la provincia de Granada, y cada vez más. Como otros anfibios, está
sufriendo la destrucción de muchos pequeños humedales por diversas causas
asociadas a la actividad humana, a lo que hay que añadir los efectos de la
presente sequía, y todo ello en una región -el sureste peninsular- caracterizada
por una permanente aridez.
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Ranita meridional |
Un
punto importante en la provincia para esta especie es una charca situada en las faldas de Sierra Nevada.
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La charca con agua, en marzo del año pasado |
Esta
charca siempre ha sido temporal, pero en los últimos años el agua está desapareciendo
cada vez más pronto, lo que provoca que las larvas mueran antes de completar la
metamorfosis (mortalidad del 100 %). El año pasado comenzamos a rescatar larvas
una vez que nos aseguramos que no iban a salir adelante. En este 2023 la charca se ha secado antes de lo que habíamos previsto y cuando
fuimos a verla ya sólo quedaban algunos charcos de poca profundidad. Una vez allí nos pusimos a rescatar todas las larvas que pudimos antes de que desapareciera el agua totalmente.
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Así nos la encontramos a mediados de abril, casi seca |
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Rescatando larvas de ranita meridional
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El último día de rescate cogíamos más barro que otra cosa |
En total rescatamos unas 3000 larvas de ranita meridional, cifra que no es, ni mucho menos, todo lo que había allí. El último día de rescate, ya con apenas agua, era
difícil cogerlas porque sobrevivían a duras penas medio enterradas en el barro.
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Decenas de larvas de ranita meridional recién capturadas |
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Listas para el transporte |
La mayoría de las larvas las soltamos en otros puntos que sí tenían
agua, aunque ha costado encontrar lugares adecuados para la
suelta. Las charcas y, en general, los pequeños humedales están siendo
destruidos a un ritmo muy acelerado.
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Soltamos las larvas en otros puntos adecuados |
A un grupo de larvas las estamos manteniendo en cautividad hasta que realicen la metamorfosis, para soltarlas luego en la misma charca y que el lugar no pierda demasiados efectivos. Aunque la charca estará totalmente seca, conserva una vegetación arbustiva periférica adecuada para los ejemplares que ya han realizado la metamorfosis y que pueden seguir una vida terrestre. De hecho, ya hemos empezado a soltar los primeros metamórficos.
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Joven ranita meridional una vez completada la metamorfosis |