jueves, 3 de octubre de 2013

LAS CANTERAS ABANDONADAS COMO NUEVOS ECOSISTEMAS




En estos últimos años de abundantes lluvias nos ha sorprendido el resurgimiento de antiguos humedales desaparecidos en distintas partes de nuestra geografía, a estos se unen otros que se han formado a consecuencia de actividades mineras a cielo descubierto, el mas espectacular en la provincia de Granada  es el de las minas de Alquife que contiene un lago en el cráter artificial que la extracción desde siglos ha formado, pero otras menores también han formado puntos de agua bastante interesantes, una de ellas se encuentra en la falda del Montevives en Alhendín, mirando a la Vega granadina, es un ejemplo de cómo las diferentes formas de vida se van instalando creando comunidades acuáticas de cierta importancia, las primeras en ocuparlas son las aves: limícolas, ardeidas y otras acuáticas, a estas le acompañan grupos de paseriformes, abejarucos, abubillas etc, otros vertebrados como anfibios y reptiles con menos capacidad de dispersión encuentran el hábitat ideal, como si siempre hubieran estado esperando este nuevo espacio, en el barro se ven huellas de mamíferos como mustélidos, zorros, suponemos que las cabras montesas de Montevives también bajarán a beber, el jabalí se pasea por estos lares y como prueba se encontró un cráneo cerca de una charca, no menos importante es la presencia de invertebrados siendo notable las diferentes especies de odonatos. 
Canteras de Montevives en Alhendin y la Malaha.

Otro caso paralelo ha ocurrido en otra cantera de material de construcción  abandonada en Jun, las caracteristicas son similares ya que es de extracción a cielo abierto y con terrenos de yesos y arcilla, este  humedal es reciente y a él tímidamente se van apuntando los pájaros que usan el cañaveral y los tarajes como dormideros y mantiene una población de sapo corredor mas que aceptable, seguramente la mas importante de esa zona periurbana, la naturaleza del terreno dan una flora de características únicas, adaptadas a una cierta salinidad y a periodos de escasez de agua, siendo su vegetación,  los tarajes, los rascaviejas ,alcaparras,y una planta exclusiva de estos ambientes y poco frecuente del género limonium que aquí mantiene unos buenos efectivos.
Reciente humedal en Jun  formado en una cantera destinada a materiales de construcción.


En el término municipal de Íllora, compañeros de la Asociación Herpetológica Granadina descubrieron en una antigua cantera de arena, una charca en la que se concentraban decenas de sapos corredores todos los años, pero que entre la desecación provocada por el desarrollo de la primavera y verano y la absorción propia del terreno, casi nunca podían completar el ciclo; solicitando permiso a los dueños y una ayuda al Ayuntamiento de Illora, consiguieron impermeabilizar la charca y cercarla para evitar deterioro por el  ganado y jabalíes ,dando como resultado una explosión de natalidad de sapos corredores en este año pasado.
Pequeña cantera de arena en Íllora que se ha acondicionado para evitar pérdidas de agua.

A esta charca la llamaron de los cabezones, seguramente por el nombre que le suelen dar a los renacuajos, pero bien se podría atribuir al empeño de estos naturalistas para realizar esta actuación.
Amplexo de sapo corredor, esta especie está presente en estas canteras.
Ejemplar de limonium sin determinar que por sus características podría ser de una especie en peligro de extinción.
Las especies de libélulas son variadas y aqui encuentran el ambiente idóneo.


Como siempre cuando describimos estos escasos puntos de agua, la recomendación es favorecer su permanencia evitando drenajes y otras intervenciones humanas como los vertidos de basuras y restos de obras. No estamos hablando de grandes inversiones, sino de voluntad.
Esto puede ser un beneficio para los municipios en los que están ubicados ya que es un aliciente cultural y ambiental que no todos los pueblos pueden disfrutar.

domingo, 8 de septiembre de 2013

LAGARTOS CON ALAS EN LA ALHAMBRA




Patio de los Arrayanes, en una fría mañana... ¡de junio! en la Alhambra. Vaciándose la gran alberca... Tiempo para charlar con el encargado de cuadrillas, Félix Garrido, mientras los peces van perdiendo su elemento vital. ¡Qué sabiduría del lugar tiene este hombre!. Me cuenta una historia que no tiene desperdicio...
Este señor lleva encima la experiencia de 30 años limpiando albercas y acequias para el monumento rojo. Uno de sus primeros encargos de tan noble trabajo de acequiero fue el de medir la planta del famoso Aljibe de la Lluvia (quien se haya asomado adentro sabrá que la bajada no es tan fácil)... Pues allí que había un gitano en la zona mirando, y este  le dijo, “te doy trescientas pesetas si te metes dentro y me mides el aljibe”...
- Ah nooo!..., le responde el gitano. - que ahí dentro hay “lagartos con alas”.
Total, que se nos queda nuestro hombre sin colaboración, y que debe “enfangarse” (literalmente) él mismo... Cuerda a la cintura... y adentro. Y lo que atisba a ver en la oscuridad del interior, en sus palabras, eran: “lagartos plateados como peces, con cola larga con aletas... que salían disparados al acercarme”... O sea, larvas de gallipatos. Al medir y limpiar la alberca y esparcirlo el fango depositado durante años por el olivar cercano, me describe lo que con total seguridad eran gallipatos, esos curiosos tritones mediterráneos que aquí casi idolatramos. Una población (actualmente desaparecida) que creíamos fruto de una introducción muy reciente, y de la que ahora sabemos que siempre fue natural... una población relicta de un urodelo en el área del monumento nazarí.
En otras palabras, que en las aguas vivas de la Alhambra realmente hubo (y hasta no hace tanto) seres mitológicos: duendes, hadas, xanes, ninfas, pléyades o como quiera el imaginario popular llamarlos... como plateados lagartos con alas.
El gallipato es el protagonista del artículo, no sería raro que aún quedasen algunos ejemplares dada la longevidad de la especie.

Para saber más sobre el aljibe de la Lluvia (o “de las Lluvias”), un monumento nazarí del s. X (ahora que cumplimos el milenio del Reino de Taifa de Granada):
Los aljibes son las estructuras hidráulicas más frecuentes en la Granada nazarí. El aljibe de la Lluvia, un elemento hidrológico nazarí enclavado en el Cerro del Sol (actualmente forma parte del Parque Periurbano Dehesa del Generalife, y antes de 1995, a los montes del antiguo ICONA, con el nombre de “Parque de Invierno”), permanece ligado al paisaje de la Alhambra, junto con  otras  zonas arqueológicas cercanas, como la alberca Rota y los cercanos Pozos Altos (sin conexión conocida con ellos), una gran alberca en el cerro de Dar Al Arusa, y otra gran alberca abierta llamada “Albercón del Negro”, cerca del actual cementerio.
El Albercón del Negro mantiene una pequeña población de sapo común los años lluviosos.

Su peculiar bóveda, que sobresale del terreno (dos tercios de su estructura es subterránea), forma parte de su singularidad, siendo uno de los elementos más conocidos por los granadinos que, de tránsito por la zona, toman un descanso en la vaguada donde se enclava. El aljibe es de planta cuadrada (7’7 m de lado), construido de tapial con ladrillo y argamasa. El interior se divide en tres naves de 2'20 m de ancho, con bóvedas de cañón apuntado, y de rincón de claustro en los ángulos, que enmarcan un espacio central cubierto por una bóveda baída en la que existe un receptáculo central por donde penetraba el agua y tenía dos antiguas entradas de agua en el muro opuesto a la actual entrada, más amplia, de apertura posterior.
El aljibe recogía las aguas de escorrentía de origen pluvial y probablemente también se llenase a partir de surgencias desde las capas freáticas (algo con mucho más sentido desde el punto de vista de un anfibio). Su ubicación en una cota alta (930 msnm) le permitía enviar sus aguas a otras zonas de demanda; entre ellas, el Generalife y la Alhambra. De sus usos, se sabe que tuvo uno ganadero durante el s. XIV, también, como posible aljibe de abastecimiento para los destacamentos militares (aunque no se conservan ruinas de estas fortificaciones en la zona), o para los viajeros de la zona, a modo de fuente, o pilar, y que era una de las muchas obras de ingeniería hidráulica que llevaban agua a los palacetes nazaríes están en pie. También se apunta su aprovechamiento como reserva en época de sequía. Actualmente el aljibe aún recoge agua (no así la alberca asociada que tiene a continuación –donde también fueron vistos gallipatos hasta 2003-), y mantiene un uso como reserva de agua para emergencias como reabastecimiento de los dispositivos en los incendios forestales.
Sobre su agua, se dice que “era muy apreciada en la ciudad al estimarse que poseía propiedades curativas” (... ¡aunque vivieran gallipatos en ella!).
Links imágenes:
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhh1-QSyaghJKnsXtD9If8mq8FZXzfTEB040oBmySX-JamvvHpAgi1sb9ckpU8Fa9uzaZS8y8rflnVGEeJ1FE-jDiwulwUzbpTMbAV5zvwur11NwgJwAlamAbfMqlVgezKoeoV8QSQ13dhq/s1600/parquedeinvierno-p.jpg

Bibliografía:
- La Alhambra y el Generalife. Guía oficial. 2010. Patronato de la Alhambra y el Generalife.
Agradecimientos: Félix Garrido, Luis Javier Fernández Cardenete.
Texto: Juan Ramón Fernández Cardenete.
Fotos: Javier Benavides. 

domingo, 1 de septiembre de 2013

UN INSECTO DE OTRO MUNDO

El pasado treinta de julio del 2013  a las 13:15h. en las cercanías de Atarfe (Granada) a unos 650msnm,localizamos(Antonio de la Blanca y Javier Benavides ) un insecto que presentaba la misma morfología que una especie neotropical y perteneciente a la fam. Membracidae,las fotografias posteriores,nos permitio su mejor observacion y asi concretar su taxonomia,se trata de un Hemiptero,resuchenorrhyncha,superfamilia Fulgoroidea,familia Dictyopharidae, con nombre cientifico Almana longipes.
 
Este genero solo tiene esta especie,a pesar de tener una cierta distribución en la Península Ibérica ya que ha sido fotografiado en las provincias de  Caceres,Huesca y Almeria y no tenemos noticias de su cita en la de Granada.
Las repetidas observaciones que hemos realizado siempre ha estado localizado sobre sobres plantas de hinojo(Foeniculum vulgare) lo que confirma la preferencia,de la mayoria de las especies de esta familia,por los terrenos áridos.Esta especie es braquíptera y apesar de no poder volar, camina rápido y como su nombre específico indica,sus largas patas le permiten dar grandes saltos,las posteriores presentan tibias con espinas en mas cantidad  que las especies pertenecientes al genero Bursinia,con el que se suele confundir.
Texto: Antonio de la Blanca
Foto: Javier Benavides

martes, 18 de junio de 2013

ECHANDO UNA MANO A NUESTROS ANFIBIOS



Desde el blog Pateando las sierras nos llegó el aviso de anfibios atrapados en una alberca de la Sierra de Huetor con la muerte de algunos de ellos, concretamente ejemplares de sapo corredor, la alberca en cuestión tuvo mejores tiempos siendo junto con una fuente cercana, un punto de agua imprescindible para los anfibios de esta sierra que tan poca agua recibe; según nos comentan algunos lugareños, entre ellos un pastor que frecuenta la zona, el agua se desvió a un área de ocio cercana dejando seca la fuente y la alberca.
Pero este año con las intensas lluvias se empezó a acumular agua  convirtiendo la alberca en una trampa para los animales que cayeron dentro.
Un pequeño tablón en el filo le da oportunidades de salvación a los anfibios atrapados y a otros animales, además al ser basculante, cuando hay bastante agua permite a las aves beber sin riesgo de caida.

Aunque por desgracia el aspecto mas común de este punto es de abandono y sin gota de agua, en prevención de que se vuelva a producir otra vez el encharcamiento con las consiguientes bajas, miembros de la Asociación Herpetológica Granadina procedieron a poner una rampa basculante con una bisagra atornillada al tablón y al filo de la alberca, también afianzaron con unas simples armellas y alambre  los  troncos que estaban apoyados en el borde y que fueron colocados por los autores del blog antes mencionado.
Las armellas y los alambres que pasan por ellas y que se fijan a la berja impiden que los troncos resbalen y caigan al fondo de la alberca.

La solución no puede ser mas económica ni mas rápida de realizar.

Agradecemos a Mgo y al trabajo en su blog Pateando las sierras las observaciones sobre nuestros herpetos y nos da la sensación grata de que esto es un trabajo en equipo que se toma desde distintos frentes.
Texto y fotos :  Javier Benavides Sánchez de Molina y Jose Mª González Cachinero.

lunes, 10 de junio de 2013

REVISIONES PERIÓDICAS PARA EL SAPO PARTERO BÉTICO


Las temporadas lluviosas como la que hemos tenido este año vienen muy bien para los anfibios porque dejan agua por todos lados, y con ello muchos lugares para criar. Las especies de largo desarrollo larvario suelen utilizar medios acuáticos más o menos permanentes aunque a veces, entre tanta agua que hay en el campo, la elección que toman no es la correcta.
Alberca casi seca con larvas de sapo partero bético.
La alberca de la imagen se localiza en una sierra granadina y está siempre seca, pues se nutre de una fuente que dejó de manar hace tiempo. En ella caen con frecuencia adultos de sapo partero bético (Alytes dickhilleni) ya que está cerca de un punto de agua permanente donde esta especie cría todos los años. En la imagen se ven los troncos que se pusieron hace poco para que puedan salir los animales caídos, y parece que son efectivos porque desde entonces no se ha vuelto a encontrar ningún sapo en su interior. Tras las abundantes lluvias de este invierno la alberca acumuló unos 20 cm de agua, algo inusual en ella pero suficiente para que algunos parteros decidieran cambiar su cercano y seguro lugar de cría y depositar su puesta en la alberca. Como era de esperar, el problema surgió cuando dejó de llover y las altas temperaturas primaverales comenzaron a evaporar el agua. A finales de mayo quedaba muy poca agua (ver foto) y bastantes larvas, por lo que varios miembros de la asociación herpetológica granadina capturaron las que pudieron, en total 84, y las trasladaron al cercano punto de agua permanente. Diez días después, la alberca ya estaba seca.


Adulto de sapo partero bético.

Esta sencilla actuación pone de manifiesto que en una especie como ésta, con una distribución tan restringida y cuyos puntos de cría son fáciles de localizar, las medidas de conservación deben incluir revisiones periódicas de estos lugares para actuar a tiempo cuando la situación lo requiera.

Texto y fotos: José Mª González Cachinero y Javier Benavides Sánchez de Molina


Nota: esta actuación se realizó siguiendo el protocolo establecido por la administración para evitar la transmisión de enfermedades infecciosas.

RESCATE DE SAPOS CORREDORES Y DE ESPUELAS


Hace unos días visitamos en la vega de Granada un gran depósito de agua que se encuentra actualmente en desuso. Esta primavera ha almacenado algo de lluvia y ello ha permitido que algunos anfibios lo utilicen para reproducirse. Al visitarlo ahora, a principios de junio, estaba totalmente vacío pero bajo el barro seco se mantenía algo de humedad y allí se escondían centenares de pequeños metamórficos de sapo corredor (Bufo calamita). El depósito tiene un desagüe pero está obstruido, por lo que los sapillos no podían salir y su muerte era casi segura. Tras un rato de búsqueda capturamos unos 400 metamórficos junto a dos adultos, y los soltamos en zonas seguras de los alrededores. También encontramos seis metamórficos de sapo de espuelas (Pelobates cultripes), especie muy escasa en la provincia.


Buscando metamórficos bajo el barro seco



 Sapillos corredores recién capturados.

En el programa SIARE (Servidor de información de los anfibios y reptiles de España) de la asociación herpetológica española, el mapa de distribución del sapo de espuelas no mostraba a esta especie en la cuadrícula correspondiente (VG31), por lo que Manuel Guerrero, que fue quien la descubrió, ha enviado esta información y el mapa ya ha sido corregido.
Pequeño sapo de espuelas.

Texto y fotos: Manuel Guerrero y José Mª González Cachinero


lunes, 4 de febrero de 2013

CARACOLES MONDA-HUESOS


Este pequeño caracol actua entre la hojarasca como un efectivo reciclador




Tradicionalmente tenemos asociados a los caracoles con la alimentación vegetal, de hecho figuran en los manuales de jardinería como una de las plagas a combatir.
El caso que nos ocupa  es un pequeño caracol de menos de 1 cm. con figura alargada, de color grisáceo que está incluido en el género  Cochlicella y posiblemente pertenezca a la especie barbara y la curiosidad de este molusco es que  se han mostrado como unos eficaces basureros de materias muertas de bosques y jardines, comiéndose las hojas de algunos árboles y dejando los nervios de las mismas a modo de labor de encaje, pero, sobre todo, porque también  se dedican a ingerir materia animal, tanto es así, que son capaces de mondar los huesos de pequeños vertebrados  como anfibios y reptiles respetando las diminutas falanges; a la hora de dejar un esqueleto totalmente libre de tejidos muertos son tan eficaces o mas que los escarabajos derméstidos.
Hoja de tilo cuidadosamente comida para dejar un excelente trabajo de encaje.
Este esqueleto de tritón fué descubierto bajo unas hojas y tenía el resto de los huesos diseminados pero perfectamente conservados.


Esta especie se encuentra entre la hojarasca y su actividad es totalmente nocturna con mas actividad cuando está el suelo mojado o la humedad es elevada, entonces las concentraciones son bastante altas.
Este ejemplarde Cochlicella posiblemente pertenece a la especie barbara, la acuta es algo mas alargada y de mayor tamaño

El género cuenta con varias especies en Europa siendo Cochlicella acuta y Cochlicella barbara las mas frecuentes  en el Mediterraneo. 

Texto y fotos: Javier Benavides.