La Fuente de los Atajuelos, en la Sierra de Huétor es uno de los principales puntos de cría de anfibios del Parque. El recubrimiento liso de azulejos de la alberca asociada, la antigua piscina del vivero forestal, suponía una barrera infranqueable hasta para los pequeños sapos, originando en el pasado eventos de mortandad tras la metamorfosis. Incluso en el pasado hubo hasta un ahogamiento de un macho montés, motivo por el que se vallara en su momento.
La alberca estaba provisionalmente corregida por la AHG, con sendos paños de retales de malla fijados con piedras a las esquinas y parece que la idea ha funcionado bien durante un año,pero era una solución muy temporal.
La administración (Delegación de Medio Ambiente de Granada) acaba de instalar en la antigua piscina del vivero dos rampas basculantes de madera preparadas para los anfibios. Los tablones de 3,5 m de largo están forrados de paños de malla plástica en su superficie superior, y fijados en sendas esquinas por una bisagra de acero al bordillo de la piscina.
La actuación ha contado con nuestra colaboración (siempre altruista) y, tras las actuaciones de los dos años pasados y el arreglo del último pilón en Puerto Lobo, hacen de la Sierra de Huétor la principal área de intervención en cuanto a salvaguarda de anfibios en la provincia de Granada.
Recordar por último que las rampas, aparte de su función "salvafauna",actúan como refugio y zona de umbráculo para multitud de fauna acuática vertebrada e invertebrada, y además proporcionan un lugar de bebedero y baño para las aves de la zona, páridos, mitos, pinzones, gavilanes, pájaros carpinteros, trepadores, arrendajos, etc.
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