El
sapo de espuelas (Pelobates cultripes)
es una especie escasa en la provincia de Granada. Se distribuye de modo disperso
en unos pocos lugares, casi siempre en zonas llanas o de escaso relieve, tanto
en depresiones entre montañas como, a veces, en lo alto de ellas. Uno de los
principales puntos de cría de la provincia es el situado en las canteras de
Montevives (Alhendín), donde existe un conjunto de pequeñas charcas formadas
por la extracción de arcilla destinada a la construcción, actividad que continúa
en pleno auge. Otros anfibios que también se reproducen son el sapo corredor (Bufo calamita) y la rana común (Pelophylax perezi).
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Vista de una de las charcas antes de secarse |
El pasado mes de febrero observamos algunas puestas de sapo de espuelas, pero
las escasas lluvias caídas en los últimos meses nos hicieron presagiar lo peor.
En efecto, durante el mes de marzo comenzaron a secarse varias charcas, así que
a lo largo de ese mes algunos miembros de la Asociación Herpetológica Granadina
(Julio, Javier, Manolo, Antonio, Juanra y José María) trasladamos unas 5.000
larvas de esta especie, de unos 10 mm cada una, desde algunas charcas a punto de secarse hasta
otras más profundas que, probablemente, se mantendrán con agua incluso en
verano.
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Larvas de sapo de espuelas durante el traslado |
En
este lugar, la actividad minera parece ser compatible con la conservación de
los anfibios pues hay charcas en donde se trabaja y otras en donde no, aunque convendría realizar un seguimiento para asegurar que es así
o si esa relación cambia. Lo que sí habría que impedir es que se echen tierras y escombros
sobre las mismas charcas, ya que recientemente una de ellas, donde criaba el sapo
de espuelas, ha sido tapada por esta causa. Sería necesario, por último, mejorar
el conocimiento herpetológico de la zona. Y en eso estamos, en la medida de
nuestras posibilidades.
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Adulto de sapo de espuelas |
Texto
y fotos: Asociación Herpetológica Granadina
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