jueves, 16 de junio de 2011

ANFIBIOS Y REPTILES DE LA ALHAMBRA


Escena en la alberca mayor. jardines del Partal en elGeneralife. Mayo de 2011.

Anfibios y reptiles de la Alhambra

El entorno monumental de La Alhambra y El Generalife de Granada es mundialmente conocido por su histórico pasado y por el legado artístico de la cultura andalusí que ha llegado hasta nuestros días; sus palacios, alcazaba, fuentes y jardines, y el entorno forestal que lo circunda son sin duda un placer para los sentidos. Entre sus valores naturales, su fauna no es precisamente lo más conocido del monumento para el visitante; más allá de las frecuentes y confiadas ardillas, ranas y lagartijas, y de los excéntricos (e introducidos) pavos reales, los otros pobladores del monte de Al Sabika permanecen aún en un profundo anonimato y ofrecen agradables sorpresas incluso para los que frecuentan la zona en sus paseos. Pocos saben que por sus sotos, huertas, bosques y cuevas merodean ginetas y garduñas, búhos reales, murciélagos de cueva o chotacabras, y que en sus murallas no es difícil ver la silueta del roquero solitario encaramado a una almenara, o cernícalos primillas sobrevolando las murallas, y gavilanes, azores y águilas calzadas el dosel forestal.
Aún son mucho más desconocidas varias de las especies de anfibios y reptiles que pululan los bancales de las huertas, jardines, albercas, acequias y fuentes, y sobre los que versa este breve artículo divulgativo. Un total de 13 especies de herpetos, 10 reptiles y 3 anfibios, han sido registradas en los últimos años en el entorno monumental; alguna probablemente introducida de forma accidental junto con las plantas de viveros para jardinería, la salamanquesa rosada (Hemidactylus turcicus), otras muy comunes, como la lagartija ibérica (Podarcis hispanica), la nocturna salamanquesa común (Tarentola mauritanica) o la rana común (Pelophylax perezi), que inunda con sus incesantes coros los vergeles y forma una parte destacable del ambiente sonoro de La Alhambra. También, algunos ya desaparecidos en tiempos históricos, como la amenazadísima salamandra (Salamandra salamandra), o en los últimos años, como el gallipato (Pleurodeles waltl), cuya presencia en uno de los aljibes, el de la Lluvia, se mantuvo desde sus primeras citas actuales, a principios de la década de los 80 del s. XX, hasta su probable desaparición, en 2004. Nada más se volvió a saber de la presencia de urodelos (salamandras y tritones) en los alrededores del monumento y esperemos que en un futuro vuelvan a ser considerado el monumento para albergar alguna población de estas especies.

Larvas de sapo común( Bufo bufo) en la pared de un  estanque del recinto.

Entre los anuros (anfibios sin cola: sapos y ranas), dos especies, el sapo común (Bufo bufo) y la rana común (Pelophylax perezi) llegan a reproducir en los estanques y acequias de los jardines del Partal y en el Generalife y en las acequias principales, pese a los abundantes peces ciprínidos (carpas y carpines) presentes en casi todos los puntos de agua, y también en algunos cármenes con grandes estanques y fuentes en uso, como el de Los Mártires y Peñapartida. La presencia de anfibios es siempre de gran ayuda dentro de los "beneficios ecosistémicos" que tiene la fauna, al librar de mosquitos, babosas y caracoles los adultos, y de las acuáticas larvas de mosquitos los renacuajos, sus formas larvarias.

Entre los reptiles, la muralla y gruesos muros de la alcazaba y fortificaciones del entorno, como la Silla del Moro, constituyen el hábitat de la vistosa culebra de herradura (Hemorrhois hippocrepis), que caza lagartijas y pequeñas aves en estos ambientes verticales, a veces a gran altura. La zona de huertas y bancales es dominio de la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus), que libra de ratas y ratones estos medios y colabora en la lucha biológica contra los roedores, previniendo el empleo masivo de rodenticidas. En el ambiene húmedo forestal se encuentra, muy escasa, la culebra de cogulla occidental (Macroprotodon brevis) y en las albercas y estanques, acequia real y río de la cuesta del Rey Chico, es hábitat para la culebra viperina, Natrix maura, que parece alimentarse sobre todo de oligoquetos (lombrices de tierra), ya que los lugares donde reproducen los anfibios están muy localizados (y no se mencionarán aquí por razones de seguridad).

Natrix maura depredando un oligoqueto en el arroyo de la cuesta del Rey Chico.

Por último, una especie de anfisbenio, la culebrilla ciega (Blanus cinereus), absolutamente inofensiva, pero secularmente temida irracionalmente por el jardinero y el hortelano, excava sus galerías en la tierra blanda de parterres, huertas y jardines, ayudano en la remoción de la tierra. Estos hábitats abiertos son los que también ocupan los lacértidos como las lagartijas ibérica, de la que ya hemos escrito, colilarga (Psammodromus algirus) y el cada vez más escaso lagarto ocelado (Timon lepidus).

Viperina depredando larvas de B. bufo. Acequia del tercio. Mayo de 2011.
Para concluir debo romper una lanza en favor de la conservación de estas denostadas aunque muy necesaria formas de vida, las "sabandijas", comentar un poco sobre la conservación de estos grupos en el entorno monumental. Aparte de estudios concretos para la elaboración de la guía de fauna del monumento, en proceso de edición en la actualidad, desde 2008 se vienen haciendo en la zona censos de estas especies, dentro del programa de Seguimiento de Anfibios y Reptiles en España (SARE), promovido a escala nacional por la Asociación Herpetológica Española, y cuya información recogida, aparte de para el conocimiento científico de estas especies, redundará en beneficio para su conservación al servir de base para la corrección de los puntos donde se concentran algunas mortandades de individuos, normalmente trampas de caída, ya que su escasa capacidad locomotora y de desplazamiento coarta las posibilidades de escape.

Mi agradecimiento al Patronato de La Alhambra y El Generalife, y al Excmo. Ayuntamiento de Granada, por la tramitación de los oportunos permisos para muestrear las distintas áreas en horario de acceso restringido, y al servicio de seguridad del monumento y del carmen de Los Mártires, que me han acompañando en algunos muestreos e indicado zonas favorables para la presencia de algunas especies.

Autor( Texto y fotos): Juan Ramón Fernandez Cardenete.

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