A finales de marzo, varios miembros de la
Asociación Herpetológica Granadina visitamos la sierra del Calar, en Güéjar-Sierra
(Granada), al pie de Sierra Nevada. Un vecino nos había informado de la
existencia de una pequeña charca artificial que tenía peces introducidos, y había
convencido al dueño para que fueran retirados y así favorecer la presencia de
anfibios. La charca se formó al construir un muro que retiene el agua de un
nacimiento.
El pequeño tamaño de la charca facilitaba la tarea. |
Una vez allí, comprobamos que los peces
eran carpines dorados (Carassius auratus),
especie no autóctona que devora los huevos y larvas pequeñas de anfibios.
Ahí se ve uno de los carpines a capturar. |
Con la ayuda de varias mangas de malla fina capturamos un total de 15 peces, de entre 2 y 8 cm de longitud.
Había que evitar remover el fondo. |
Así fueron cayendo los peces, uno a uno. |
Algunas de las capturas. |
Creemos que el lugar quedó libre de peces, aunque dentro de unos meses habrá que volver para asegurarse. No vimos ningún anfibio.
Esa zona de la sierra del Calar es bastante seca, de ahí la importancia de que los escasos puntos de agua tengan condiciones adecuadas para los anfibios. En concreto, esta charca parece idónea para el sapo partero bético (Alytes dickhilleni), presente en la zona aunque muy escaso. Una vez retirados los peces, esperamos que el lugar sea pronto colonizado por ésta u otras especies de anfibios.
Esa zona de la sierra del Calar es bastante seca, de ahí la importancia de que los escasos puntos de agua tengan condiciones adecuadas para los anfibios. En concreto, esta charca parece idónea para el sapo partero bético (Alytes dickhilleni), presente en la zona aunque muy escaso. Una vez retirados los peces, esperamos que el lugar sea pronto colonizado por ésta u otras especies de anfibios.
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